Vamos a hablar de las cerezas. Es un documento sacado de La Nueva Botica.
Esta fruta, sana y atractiva a partes iguales, destaca por sus múltiples propiedades terapéuticas y rejuvenecedoras.


Reduce el presupuesto y gana salud.
Llenar el frutero de cerezas, algo asequible para todos los bolsillos en estas fechas, es una excelente medida de salud. No te limites a consumirlas a la hora del postre, si las añades a los bizcochos, tartaletas, etc. tus recetas ganarán dulzor sin recurrir a otros alimentos más energéticos y menos saludables- nata, pepitas de chocolate, mermelada, etc.-.


Detienen el paso del tiempo.
Cuanto más oscuras, mayor es su contenido en antocianinas, un pigmento antioxidante que frena el proceso del envejecimiento y reduce el riesgo de sufrir una enfermedad degenerativa, como el cáncer, la artritis o el Alzheimer.


Un regalo en la operación biquini.
A pesar de su contenido en azúcares, superior al del melocotón o los albaricoques, pero inferior al de la manzana o el mango, un puñado generoso de cerezas sólo aporta unas 50 kcal. Por su acción diurética y laxante, su toma regular te ayudará a sentirte más ligero todo el verano.


Bajan el ácido úrico.
El zumo de cereza es una de las bebidas que más conviene tomar a las personas con niveles altos de ácido úrico, Al reducir las tasas de esta sustancia de desecho, previene los ataques de gota.


Un embellecedor sin igual.
La pulpa de esta fruta es una fuente natural de melatonina, una sustancia que retrasa la aparición de arrugas. Por su doble efecto desintoxicante, también ilumina la piel y combate la celulitis.


Procuran un descanso reparador.
Comer cerezas ayuda especialmente a las personas mayores con sueño inquieto a descansar mejor por las noches. También actúa como un analgésico de origen natural, capaz de calmar el dolor.
Merche.